Ofrecen también un configurador para seleccionar las carnes que mejor se acomodan al gusto de cada uno.Hay razas cuya carne es más suave, como sucede con la carne de añojo, de búfalo o de ternera blanca y rosada en los vacunos, que además son muy agradables de comer por ser tiernas y jugosas.
Comenzando seguidamente su período de maduración biológica, que se realiza en bodegas sujetas a estrictos controles de humedad y temperatura.Primeramente es madurado durante 4-8 semanas, según su tipo, a una temperatura caliente, entre 20º y 24º, siendo en esta fase dónde se forman los agujeros que lo caracterizan, fruto de la formación en el interior de la rueda por el efecto del calor de dióxido de carbono y del ácido propiónico que se desprende, que al no poder escapar por la presión que realiza la corteza, forman sus famosos ojos.
Las Camelias, pertenecientes al género Camellia, bellos árboles y arbustos, pertenecientes a la familia de las teáceas, de hoja perenne, espectacular floración, llamativos colores entre los que predomina el blanco, tan altamente valorado ornamentalmente y curiosamente sin apenas fragancia, son muy femeninas, en mayúsculas.Feminidad delatada tanto por ser sexualmente una gran parte de sus variedades hermafroditas y gino dioicas, como por sus nombres, dado que muchas especies y cruces de las mismas llevan nombres femeninos e incluso algunas de ellas de mujeres.Curioso es que el nombre a un género y especie tan femenino, le venga dado en honor a un farmacéutico misionero jesuita checo, Josep Kamel, apodado Camellus, considerado su primer recolector europeo allá en la Filipinas española del siglo diecisiete.Hay teorías que defienden el lenguaje de las flores y las plantas, así como que su significado cambia con su color.
Estas aficiones probablemente me han llevado a relacionar siempre muchas de las cosas que ocurren en la vida cotidiana con los mismos, e ir creando siempre sobre diversos factores de la misma “Reyes simbólicos”.Como turófilo esta figura también tenia que existir, y después de muchas dudas e incluso contradicciones internas, he llegado a la conclusión de que el REY de los QUESOS lo tenemos en el Principado de Asturias, y es el CABRALES. Aunque en el camino haya dejado a otros históricos asturianos como el Gamoneu y el Casín, que vienen pueden ser sus Príncipes herederos.El populoso queso que se hace en el macizo central de los Picos de Europa asturianos, en el territorio que abarca el municipio de mismo nombre y dos parroquias del vecino Peñamellera, en pueblos y majadas situadas a más de 1000 metros de altura.