Siendo sus principales métodos de elaboración históricos, los denominados Orleans –el más antiguo y lento por oxidación- alemán o Schuetzenbach –por goteo, en el que el mosto se vierte constantemente sobre una matriz porosa a la que se adhieren las bacterias del ácido acético- y el de Cultivo sumergido – en el que se suministra oxigeno a las bacterias-.
El Pantruque, al ir cocido con les fabes y sus ingredientes integro, en su servicio se corta en rodajas, al estilo de lo que puede ser en los cocidos el “relleno”.En cuanto al Emberzao, hay dos variantes, una cortarlo y freírlo en rodajas como el Boronchu y la otra separar la berza que lo envuelve y calentarlo desmenuzado como si de una pasta o paté se tratase, dependiendo en gran parte una u otra alternativa de la consistencia de su masa.Elaboraciones todas ellas que históricamente formaban parte de las que se realizaban durante la matanza únicamente, pero que en los últimos años han resurgido con fuerza formando parte de la oferta en carnicerías y en establecimientos de hostelería en el oriente asturiano durante todo el año, viviendo un auge impensable hasta hace bien poco.AUTOR: Luis Javier Del Valle Vega.MÁS INFORMACIÓN: www.dendecaguelu.com
E incluso como tales se mencionan en escritos de ilustres escritores, como Emilia Pardo Bazán, que no dudo en calificarlos como “manjar incivil, que no debe presentarse jamás cuando se tienen convidados”.Nutricionalmente son muy ricos en minerales como el selenio, magnesio, potasio, fósforo, calcio y yodo; en vitaminas como la B6, B12, niacina, riboflavina y tiamina; bajo contenido graso y colesterol; contenido proteico de hasta un 20 % e inexistencia de hidratos de carbono.Calificados por algunos gastrónomos como néctar del dios Neptuno, su ingesta más habitual es a través de la cocción -en agua de mar a ser posible-, calientes o templados, utilizando los dedos de las manos y separando la uña y el pedúnculo, dónde se encuentra su carne.Como especie peculiar, y como otras muchas, el percebe cuenta con leyenda propia, extendida por toda Europa, que se remonta a la Edad Media y que estuvo vigente hasta bien entrada la Edad Moderna.
Trabajamos con proveedores de la zona y cuidamos mucho el equilibrio de nuestra cocina y ponemos más atención a la calidad del producto y al servicio, que al precio de los insumos y trabajamos con proveedores que son los mismos desde hace muchos años y ellos saben perfectamente cuales son nuestras exigencias en cuanto a calidad y servicio”.Las Jornadas gastronómicas del “Guiso las Bodas de Camacho”“Como casi todo el mundo sabe”, dice Pedro del San-, el guiso de las Bodas de Camacho aparece reflejado en El Quijote y dada las tradición cervantina que envuelve a esta ciudad, hace algunos años, un grupo de hosteleros decidieron organizar estas jornadas como una manera de dar a conocer aspectos de la gastronomía castellano-manchega citada en El Quijote y fue así como surgieron estas jornadas que cada año, van “in crescendo” en cuanto a público que concurre no solo de los pueblos aledaños sino también, de Madrid y de muchos otros puntos de la geografía española llegando el caso que las reservas, para los dos días de esta festividad gastronómica, se completan con mucha antelación”.“Cada restaurante, -continúa diciendo Pedro-, tiene su propia manera o forma de interpretar o hacer este guiso.