Las formas de sus conchas, sus colores y sus gónadas, siendo muy parecidas en realidad no lo son tanto.La zamburiña tiene su concha más alargada y estrecha, estrías finas, de 25 a 35 costillas, una sola oreja en su parte inferior y su color es más oscura con marcados tonos violáceos y grisáceos, siendo sus gónadas blanquecinas-grisáceas habitualmente, aunque al ser hermafroditas, hay momentos que tienen la parte femenina anaranjada y la masculina grisácea.En contra las volandeiras, su concha es más redondeada, estrías más gruesas, de 20 a 25 costillas, dos orejas y su color es más claro fluctuando del marrón al naranja, recordando sus gónadas a las de las vieras por su color naranja intenso, tirando a rojo.Sus otras grandes diferencias son el volumen de capturas, muy superior el de la volandeira y por ende su precio, y por ser consideradas de mayor calidad gastronómica las zamburiñas.En los últimos años la oferta de estas últimas en los establecimientos de hostelería y en los mostradores de las pescaderías ha experimentado un muy alto crecimiento, llegando a mercados que hasta ahora no estaban presentes.
Ha recorrido a lo largo de los años toda la escala social, sin distinguir clases ni condiciones, si bien el que ahora se degusta se ha ido refinando y adaptando a las nuevas necesidades alimenticias, y no es la sana y honrada comida sustento diario de muchas familias excepto los días de vigilia, en los que las carnes se sustituían por el bacalao en muchos hogares.Sus ingredientes y su elaboración permiten, o quizá fue la base de lo que en cocina se denominan “segundas vueltas”.
En el Restaurante KucUna única carta para sus dos espacios, en las mesas altas a la entrada del establecimiento o en las mesas bajas para quien disfrutar más relajados.
Su historia se remonta al corto período y único en su historia, en el que el país estuvo colonizado por la Italia de Mussolini, entre los años 1936 y 1941, con las plantaciones de vides realizadas por los soldados y colonizadores italianos, en los alrededores de la capital Addis Abeba y en su más cercano sureste, para su autoconsumo.Las firmas Awast Winery y Castel, son las más importantes con una producción cercana entre ambas a los diez millones de litros, parte de ella enfocada a la exportación, compuesta por elaboraciones en base a variedades más extendidas a nivel mundial, como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah o Chardonnay.