El acto tuvo lugar en el Centro Cívico Bailarían Vicente Escudero, ubicado en la Travesía de la Verbena de Valladolid.
La presidenta de la Casa de Zamora, María del Tránsito Herrero Fernández, fue la encargada de presentar a la pregonera, así como el programa de la semana cultural 2024 ante cerca de doscientas cincuenta personas que llenaban el salón.
A continuación, uno de los integrantes del grupo de folclore, ataviado con el traje típico de Aliste presentó a Concha Pelayo hablando de su dilatada trayectoria literaria y periodística, así como de sus conferencias sobre turismo en diferentes lugares de España o Europa, sin olvidar su labor como miembro del jurado de diferentes festivales de cine turístico.
Acto seguido, Concha Pelayo toma la palabra para agradecer a la Casa de Zamora y a su presidenta la invitación; y dar las gracias al público.
Comenzó su disertación hablando de su infancia, de los tres pueblos que la vieron crecer, distantes uno del otro a un kilómetro, en los que aprendió a conocer la vida familiar, social y humana. En sus pueblos vio besarse en apasionadamente, por primera vez, a una pareja, aparearse a dos perros, parir una oveja u oír los gritos de una parturienta. También vio los primeros muertos desde muy niña porque entonces a los niños no se le ocultaba la muerte.
Así fue desgranando su vida mientras evolucionaba y aprendía a discernir lo justo de lo que no lo es; y distinguir entre la traición y la nobleza. Todo aquello la hizo fuerte y sensible al mismo tiempo. La vida misma era la televisión de entonces. Después hablaría de su estancia en la capital y de las bondades de la ciudad de Zamora, la que alberga el mayor patrimonio románico del mundo.
Al finalizar, el público la premió con encendidos aplausos y elogió su sentido y sencillo pregón.
Concluido el acto del pregón, el grupo de coros y danzas de la Casa de Zamora, interpretó bailes y canciones de todas las comarcas de Zamora para deleitar al público, no sólo con su folclore, sino con la belleza y riqueza de sus trajes típicos, catalogados como los más ricos y elaborados de España.
Para terminar, todos los asistentes al pregón se desplazaron a la Casa de Zamora, sita en la Calle Conde Ribadeo núm. 3, donde fueron obsequiados con una suculenta cena. Y allí continuaron con bailes y canciones porque la noche era larga y prometía.