Utilizándose grandes cubas para los que requieren un largo envejecimiento, y oscilando la capacidad media del parque de barricas entre los 550 y 650 litros.En cuanto a los tipos de vino, tres son las categorías amparadas: blancos, tintos sin añada y tintos con añada.Los Blancos, se clasifican en secos, semisecos y dulces, envejecen tres años en barricas, presentan graduaciones entre los 19 y 20 grados, se suelen consumir como aperitivos y tienen mucho menor peso e importancia que los tintos.Los Tintos sin Añada, provienen de mezclas o ensamblajes, se crían en barrica y no mejoran en la botella, de tal forma que una vez en el mercado, están listos para el consumo.
Raza minoritaria en la actualidad, que estuvo en alto riesgo de extinción, y que junto a las foráneas Alpina y Frisona, son las admitidas por su actual Denominación de Origen y Consejo Regulador.Pero también por la alimentación, con un predominio de las praderías de ray grass, y con gran influencia de las condiciones climatológicas insulares, con la tramontana como protagonista que no sólo condiciona el hábitat sino que también transporta la sal marina hasta los pastos, cuya ingesta por un ganado acostumbrado a la misma favorece que su leche sea transformada en uno de los productos lácteos más sabrosos y peculiares de España.A ello se suma un proceso de elaboración que se ha mantenido invariable durante mucho tiempo en los predios menorquines, donde se hace siguiendo una tradición, que e ha transmitido de generación en generación.
Todo ello en un marco de homenaje a la gente del campo y sus gentes, el que engloba la Feria y Fiestas de la Ascensión.La que fuera tercera capital del reino de Asturias, y por tanto de España, inmortalizada novelísticamente como Vetusta por Leopoldo Alas Clarín, Lancia de Armando Palacios Valdés o Pilares por Ramón Pérez de Ayala, no olvida sus raíces rurales y recupera su personalidad campesina cada primavera, convirtiéndose en el punto de encuentro del campo asturiano gracias a una celebración declarada de Interés Turístico Regional en el año 2008.Las fiestas populares tienen mucho de resto arqueológico, pese a lo que mantienen y conservan plenamente su vigor, a pesar de los cambios sustanciales experimentados a lo largo de los años, hundiendo sus raíces en el tiempo y congregando –como antaño- multitudes.
Y en Madrid… del mismo modo que se dice que Madrid es el mejor puerto de España, donde llega el pescado y marisco más fresco cada día, también se pueden encontrar todos los embutidos del resto de España y algunas curiosidades, como la cabeza de cerdo, la lengua escarlata de vaca cocida, etc.