Lo más relevante de un viaje no es el destino sino la forma de descubrirlo. En la actualidad, existe un movimiento que crece en el sector turístico: el slowtravel.
Descubrir la belleza y curiosidades de un lugar desde un punto de vista integral. Disfruta de algunas de sus tradiciones. Contempla el estilo de sus edificios. Admira sus paisajes, charla con algunos de sus habitantes y saborea la gastronomía.
Busca un alojamiento relajante: las casas rurales están rodeadas de naturaleza. En definitiva, el slowtravel significa protagonizar un viaje inolvidable al compás de la calma y la tranquilidad. Sin experimentar la prisa de llegar a una meta en un plazo determinado. La persona conecta verdaderamente con el entorno en el que se encuentra. Y vuelve a su hogar con una variada selección de recuerdos, sensaciones y emociones.
Descubre las claves para cultivar una nueva forma de viajar.
Prioriza la comodidad y la practicidad durante los desplazamientos. Añade pocas prendas de ropa en la maleta, elige diseños que sean fácilmente combinables. De este modo, puedes crear varios conjuntos durante la estancia.
Recorre con tranquilidad diferentes trayectos. Detén el paso ante aquellos edificios que llaman tu atención. Descubre rincones bonitos y con encanto. La planificación forma parte del tiempo previo al comienzo de un viaje. Pero no renuncies a la espontaneidad, la flexibilidad y la improvisación. Camina con calma, sin definir el itinerario de principio a fin.
Tal vez no dispongas de mucho tiempo para explorar el destino. En ese caso, reflexiona sobre cuáles son tus prioridades durante el viaje. Tal vez solo puedas visitar un monumento y un parque natural. No te centres en aquello que no puedes hacer ahora. Disfruta de los planes que sí puedes llevar a cabo.
Realiza algunas fotografías del lugar, pero no estés permanentemente pegado a tu teléfono. Practica la atención plena y la paciencia durante el recorrido. Es decir, cultiva la mirada de la curiosidad, el amor y el asombro. Contempla lo que te rodea y siente la belleza de cada momento. No necesitas inmortalizarlo en una foto espectacular.
Esta forma de viajar está directamente relacionada con la atención plena y el autoconocimiento. Elabora un diario de viaje.
Escribe cuando te apetezca anotar una reflexión o una inspiración. Lo más importante no es el número de palabras, sino el significado del proceso creativo. Cuando regreses de nuevo a tu domicilio, podrás releer el texto desde otra perspectiva
Una persona que practica el slowtravel es respetuosa con el entorno. Quiere que otros viajeros tengan la oportunidad de descubrir la belleza del destino. Deja una huella positiva en el lugar a través de la sostenibilidad. Las casas rurales ofrecen un alojamiento muy relajante. Disfruta de los recursos disponibles en el entorno de forma responsable.
Por tanto, el slowtravel muestra una nueva forma de viajar que no está condicionada por el ritmo de la prisa. Intenta que la calma sea tu verdadera compañía durante el trayecto y la estancia en el destino.