La isla se ha ganado la reputación de ser uno de los destinos favoritos de los europeos cuando se trata de tener unas espectaculares vacaciones en la playa o incluso, para adquirir inmuebles exclusivos en Mallorca. Cada verano millones de visitantes atraviesan las puertas del aeropuerto de Son Sant Joan, en Palma, con la única intención de dejar su equipaje y dirigirse directamente a la franja de arena dorada más cercana.
Sin embargo, nos preguntamos qué porcentaje de estos visitantes pasan los días tumbados en la playa o en su hotel o alquiler de vacaciones, completamente satisfechos de haber conseguido su objetivo y sin querer poner en peligro este logro con nociones de curiosidad y exploración.
Como los curiosos han descubierto a lo largo de los años, una vez que se dejan atrás los hoteles y las sombrillas, Mallorca alberga docenas de lugares sorprendentes con calas solitarias y salvajes que rivalizan con cualquier cosa que se encuentre en el Caribe o el Pacífico. Si visitas la isla, te animamos a relajarte y disfrutar de su entorno. Si te apetece explorar, te verás recompensado con las siguientes joyas ocultas que ofrece esta isla.
La Cala del Moro, o "Caló d'es Moro" se encuentra situada en el sureste de la isla y alberga algunas de las aguas azules más claras del mundo. Bordeada a ambos lados por escarpados acantilados llenos de vegetación y cuevas, la combinación de colores es realmente impresionante.
A quince minutos en coche desde Santanyí y diez minutos a pie hasta la playa, este lugar merece una excursión de un día en sí mismo. El espacio para colocar las toallas es muy limitado, por lo que se recomienda llegar a primera hora del día para evitar decepciones.
No te pierdas esta playa cuando viajes a Mallorca. Se puede acceder a ella a través de una de las carreteras más espectaculares por las que se puede conducir. Para acceder a la playa, hay que pasar por un estrecho túnel que atraviesa la roca. Pero merece la pena.
Si te apetece un buen mirador, debes echarle un vistazo al Mirador de sa Foradada. Desde este punto de la isla tienes una fantástica vista del mar y de las rocas más abajo con la llamativa y conocida puerta de la roca. Se recomienda comprar algo de comida local en un mercado para hacer un buen picnic al atardecer aquí arriba. Puesta de sol, vino y buena comida son las vacaciones perfectas que cualquier visitante quisiera tener.
Si prefieres algo de comida más elaborada, puedes disfrutar de esta vista también desde uno de los dos restaurantes que se encuentran asentados. La especialidad de los restaurantes en el Mirador De Sa Foradada es el arroz y las paellas, que se cocinan con leña, lo que le da un sabor especial.
La Cala Banyalbufar es una playa que cuenta con una longitud de unos 100 metros aproximadamente y está rodeada de escarpados acantilados y montañas. La vista desde la playa merece cinco estrellas. Con viñedos en terrazas, campos y jardines que se elevan por encima de la bahía, así como también, algunas villas increíbles con una vista de gran alcance.
El agua en esta playa es cristalina, desde el turquesa hasta el azul oscuro, debido a las piedras y rocas en el fondo. Después del día de playa, también merece la pena pasear un poco por la ciudad de Banyalbufar que tiene un ambiente tranquilo y pintoresco. Su ubicación garantiza una magnífica vista de la Sierra de Tramuntana y el mar Mediterráneo.