Las vacaciones son momentos del año que debes cuidar con mimo, puesto que suponen una ruptura con la rutina y el día a día. Corresponde a cada persona gestionar su tiempo libre de la manera que mejor le venga, dadas sus circunstancias personales. Hay quien acumula todos los días de vacaciones de todo el año y los disfruta a la vez y hay quien prefiere ir consumiendo sus días poco a poco: una semana en verano, otra en Navidad, otra durante la Semana Santa…
No existe una fórmula ideal para administrar los días de vacaciones, pero sí que es recomendable organizar las vacaciones con cuanta más antelación, mejor. Preparar las vacaciones con tiempo te va a permitir encontrar los destinos más atractivos a precios hipercompetitivos. Es la estrategia más eficiente para encontrar buenos alojamientos y los billetes de avión o tren más baratos.
Hacer todo a última hora suele ser una mala idea. En primer lugar, porque termina encareciendo las vacaciones mucho más. En segundo lugar, porque apenas te permitirá tener margen de maniobra y todo adquirirá un aire de improvisación, algo que en muchas ocasiones terminará saliendo mal.
Si tu idea de las vacaciones es ir al pueblo de tu familia, puede que no necesites planificar demasiado, pero si buscas otro plan diferente como, por ejemplo, pasar unos días en la nieve, sí que es recomendable que te adelantes a tus propias vacaciones y que dediques tiempo a ver qué opciones tienes y, una vez elegido el destino, que conozcas qué es lo que tiene que ofrecerte el lugar que vas a visitar: qué espacios y edificios son imprescindibles, cuáles pueden ser interesantes, qué rincones secretos esconde el destino, dónde comer, qué actividades puedes realizar allí tales como asistir a un concierto, una cata de vinos, presenciar un espectáculo regional, etc. Las opciones son casi infinitas y dependerán de dónde vayas a ir y de cuánto investigues y te informes previamente sobre el destino.
Cuando llega el verano, la mayoría de la población aprovecha para combatir las altas temperaturas acudiendo a la playa o escapándose a la montaña, donde no hace tanto calor. En invierno el enfoque es diferente. Aunque hay quien busca el contraste y prefiere alejarse del frío visitando lugares con playas paradisíacas, otra gran cantidad de viajeros decide decantarse por aprovechar el regalo que el frío nos hace: la nieve.
Unas vacaciones en la nieve siempre son garantía de diversión tanto para los que ya son expertos esquiadores como para quienes nunca se han puesto unos esquíes.
Lo bueno de planificar unas vacaciones con tiempo es que puedes encontrar ofertas en Grandvalira con Esquiades.com. En Grandvalira y en muchos otros lugares ideales para esquiar en los Pirineos como La Molina, Cerler, Formigal, Ordino…, pero también en otros sitios como pueden ser Chamonix, Val Thorens, Tignes o Sierra Nevada.
En los últimos años, la temporada de esquí ha dado comienzo en el mes de noviembre, aunque muchas estaciones de esquí permanecen cerradas hasta bien entrado el mes de diciembre. Es por eso, y por la cantidad de nieve que se va acumulando en las pistas, que enero y febrero son los mejores meses para hacer tu escapada a la nieve. A partir de marzo suben las temperaturas y la nieve empieza a desaparecer de las montañas, por lo que la experiencia no resulta igual de intensa que durante los meses más fríos.
Los motivos por los que pasar tus vacaciones de invierno en un destino con nieve son numerosos:
El próximo invierno puede que unas vacaciones en la nieve sean justo lo que estás buscando.